"...ENTONCES ME FUE DADA UNA CAÑA SEMEJANTE A UNA VARA DE MEDIR, Y SE ME DIJO: LEVÁNTATE, Y MIDE EL TEMPLO DE DIOS, Y EL ALTAR, Y A LOS QUE ADORAN EN ÉL. PERO EL PATIO QUE ESTÁ FUERA DEL TEMPLO DÉJALO APARTE, Y NO LO MIDAS, PORQUE HA SIDO ENTREGADO A LOS GENTILES; Y ELLOS HOLLARÁN LA CIUDAD SANTA
CUARENTA Y DOS MESES..." |